Cómo dar un premio a quien prefieras, versión facebook

No se si conocéis el Monkey Week. Es un festival que se celebra desde hace varios años en el Puerto de Santa María (Cádiz). La verdad, nunca he ido. No soy mucho de festivales, pero si de grabar vídeos. Así que este año, con unos cuantos colegas, pocas horas de sueño y menos medios nos decidimos a hacer un vídeo para el Monkey Clips, el festival de videoclips del Monkey Week.

http://monkeyclips.org/

Aparte de un premio del jurado de 2.000 euros, se realizaba por facebook una votación y el vídeo que más «me gusta» (o likes como aparece en las bases) tuviera se llevaba 750 euros. Y por suerte, nuestro vídeo es compartido y funciona bien, al poco tiempo nos colocamos terceros en la votación y nos ilusionamos con la posibilidad de ganar. Sin embargo, vemos que los primeros llevaban unos 3000 me gusta sin llegar siquiera a las 1000 reproducciones del vídeo, así que nos olemos un posible tongo y se lo hacemos saber a la organización via e-mail, obteniendo la siguiente respuesta:

«Hemos leido atentamente tu mail. Desde la organización tb andábamos algo moscas al respecto y hemos decidido investigarlo. Si te fijas bien, el videoclip que citas en tu mail tiene un número de votos muy superior al de las reproducciones de Vimeo. Pero eso no significa nada .¿Porqué? Muy probablemente porque la gente entra y vota, simplemente. Es decir, no reproduce el video. ¿Es esto lícito? Si. Desde el momento en que se contabilizan votos y no reproducciones. ¿Como lo está haciendo? Según parece con una campaña de la leche. A una persona amiga de la organización le ha llegado un mail de este video para que le votaran (y no conocía de nada a esta persona). Lo cual nos lleva a dar el beneficio de la duda por (muy) dudoso que resulte ese número tan elevado de votos.
¿Hay alguna forma de demostrar lo contrario? No. Por eso, y basándonos en lo expuesto más arriba tenemos que fiarnos de los votos que se contabilizan en la web.
Esperamos haberte resuelto las dudas.»

Hasta ahí de acuerdo. Sin embargo, unas 14 horas antes del cierre de las votaciones, encontramos la razón para demostrar que no se trata de algo «muy dudoso», sino que sencillamente son datos manipulados, no sabemos si a posta o no, pero manipulados al fin y al cabo.

¿Cómo lo vemos? Con la API de facebook. ¿Y qué es esta API de facebook? Básicamente un enlace donde podemos ver las estadísticas reales de los botones «like», y con el que se demuestra que los «me gusta» de la página web del monkey clips no están contando lo que deberían contar. En este link se puede entender mejor el funcionamiento de la API:

http://www.nahuelsanchez.com/45/estadisticas-del-me-gusta-y-urls-compartidas-en-facebook/

Y en este vídeo que grabamos y mandamos a la organización puede comprobarse como se cuentan y manipulan estos votos (si usáis el enlace de la API podeis ver los votos de cualquiera de los videos del monkey clips):

Los votos no están contabilizando los «me gusta», si no otras variables como son los enlaces compartidos o los comentarios en estos mismos enlaces. La sorpresa, y el mosqueo, llega cuando vemos que los primeros van ganando con unos 4000 votos… De los cuales 3000 y algo son dados mediante compartidos, es decir, que se los han dado o pueden dar ellos mismos… En una parte del concurso que se llama «premio del público». Y lo que más te mosquea, para que engañarnos, es que a «me gusta» reales ganábamos nosotros. Así que pasamos esta información a la organización del monkey clips 10 horas antes de que se cierre el plazo de las votaciones, confiando en que demostrando la manipulación y demostrando que el primero no iba primero por los votos «del público», sino por los compartidos que ellos mismos habían realizado, decidieran plantear resolver el concurso de otra manera. La otra opción era callarnos y ganar nosotros sabiendo la trampa, pero… Aunque los 750 euros eran muy jugosos confiamos en que una organización que tiene detrás al Puerto de Santa María, al Ministerio de Cultura, a Deezer, a Radio 3 o a tantos otros patrocionadores no iba a tomar tan a la ligera la decisión.

Unos 5 minutos antes de la entrega de los premios, cuatro días despues de enviar el email, uno de los organizadores del monkey week (no ya del monkey clips, sino del propio festival) nos responde lo siguiente:

«Después de hablar con el resto del equipo, he de decirte que lamentablemente el premio del público se lo tenemos que dar a video que tiene el número mayor contabilizado  dentro de la web de Monkey Week, Es lo que pone en las bases, y  aunque según lo que enviáis contabilicen otras acciones además del clickar «me gusta», tenemos que respetarlo. El sistema de votaciones a través de fb solo nos ha dado dolores de cabeza, tomamos nota para la siguiente edición. Nunca mais! De todas formas queremos obsequiarte con un abono doble para Monkey Week 2014, pues solo el esfuerzo en descubrirnos todo este tinglado ya lo merece. Necesitaré algunos datos tuyos que te pediré en unos dias y te explicaré como recoger las entradas.»

De puta madre, nos corresponden 750 € por el concurso pero nos regalan un abono… Por lo que dicen las bases. Que dicen exáctamente esto:

«Premio del público, dotado con 750 €, al videoclip que reciba el mayor número de votos a través Facebook. Sólo se contabilizarán los votos (likes) que aparezcan en el contador de cada video dentro de la web monkeyclips.org»

Ellos mismos señalan que se contabilizan «sólo» esos votos (LIKES) que aparezcan en el contador. El problema es que el contador cuenta otra cosa totalmente distinta y no cuenta los likes. Si contamos los likes, ganamos. Pero da igual. «Lamentablemente tienen que darle el premio a lo que ponga en la web, aunque eso contabilice otras cosas aparte de los likes».

Y como recordamos, en el primer email ellos mismos nos señalaban:

– «Es lícito que la gente entre y vote, sin reproducir el vídeo.» Claro, ¿pero es lícito que la gente ni entre ni vote, sino que uno mismo pueda darse votos compartiendo el vídeo? Ahora parece ser que sí.

– «Para el concurso se contabilizan «votos» y no reproducciones.» En eso estamos de acuerdo, ¿pero también se contabilizan compartidos o comentarios? Ahora parece ser que sí.

– «Hay que darles el beneficio de la duda por muy dudoso que resulte esto.» ¿Y ahora que demostramos que es un número manipulado, no sabemos si a posta o no, pero manipulado, en vez de quitarle ese beneficio de la duda «lamentablemente» le damos el premio?

Así que a estas alturas, no puedo más que calificar este concurso y esta organización de chapucera, vergonzosa y sin criterio.
Chapucera porque dan premios por algo que de antemano no se deben dar, y es más, te reconocen que no debería ser así pero, «lamentablemente» no les queda otra.

Vergonzosa, aparte de por lo anterior, porque deberían cuidar más una imagen que puede dar que pensar. Curiosamente, este premio del público se lo lleve una productora de Cádiz, muy cerquita del Puerto de Santa María donde se celebra el festival. Y se lo lleva porque, «lamentablemente» a la organización no les queda otra que dárselo pese a reconocer que los datos que barajan para conceder este premio del público no son reales. Cualquiera podría pensar mal.

Y sin criterio, porque aparte de lo ya expuesto, ¿cómo cambian tanto de lo que es lícito o no en el primer mail bajo sospechas a lo que es lícito o no despues bajo demostraciones? ¿Cómo nos dan la razón en que la página no cuenta solo los likes pero que van a darle el premio a otro grupo «porque lo dicen las bases» cuando en esas bases ponen que solo se cuentan los likes????¿Que sentido tiene esto? Para mí, uno muy claro, pero creo que cualquiera puede sacar las conclusiones de como funciona el concurso.Pero la próxima vez, si las normas del concurso se las van a sacar de la manga según vaya transcurriendo este, al menos que lo avisen de antemano, más que nada para ahorrarnos con el trabajo gratuito y las horas e ilusión de mucha gente el darle publicidad a un festival que, si funciona como su concurso, solo puede hacerlo de forma chapucera, vergonzosa y sin criterio. Por mucho que estén Deezer, el Puerto de Santa María, Radio 3 o el Ministerio de Cultura detrás.